Espectros
2021
El historiador y arquitecto Luis Fernando Gonzales explica que a inicios del siglo XX el barrio Buenos Aires fue zona residencial de obreros, comerciantes y empresarios, razón por la que se construyeron desde las casas más tradicionales hasta las grandes casonas convergiendo así arquitecturas decimonónicas, republicanas y modernistas. Pero con el auge industrial de y el crecimiento poblacional mediados de siglo, se aceleró el cambio urbanístico causando que las antiguas casas empezaran a ser tumbadas con el fin de levantar apartamentos y edificios.
Hace más de cincuenta años que mi familia vive en la misma casa del barrio Buenos Aires, un sector que se ha caracterizado por sus construcciones en diversos estilos arquitectónicos que marcaron en gran medida mis recuerdos de infancia, puesto que las calles por donde corrí y jugué de niño eran ambientadas con un aire tradicional, elegante e incluso misterioso. Sin embargo, de aquellas casas solo quedan desechos del tiempo: ruinas, humedades, maleza, deterioro, singularidades de un mausoleo entregado al olvido.
Partiendo de esta reseña histórica y mis motivaciones afectivas, Espectros se presenta como un gesto que documenta y resignifica esas casas que han resistido a desaparecer, el proyecto busca generar reflexiones en torno al deterioro como símbolo de la desaparición de la memoria, en este caso urbana y de esta forma salvaguardar las construcciones del olvido. Para ello, recurro a la creación de fotografías que parecen inconclusas, difuminaciones pictóricas, e imágenes en negativo y de esta manera jugar con el desvanecimiento de la representación como analogía de la situación a la que están sometidas estas obras arquitectónicas.
Los registros fotográficos los realizó utilizando cámaras estenopeicas de cartón, dicha técnica consiste en construir una caja con un pequeño orificio por donde entre la luz, y en el interior de la caja poner un papel fotosensible donde quedará la imagen, luego salgo a recorrer el barrio buscando esos espacios que me causan goce estético, hago la foto y finalmente en cuarto oscuro las reveló, cabe mencionar que los tiempos de obturación pueden ir desde uno hasta quince o veinte minutos dependiendo de la luz.
Los pigmentos y los ejercicios de color los elaboro con materiales recolectados de los lugares que visito como cemento, polvo, bahareque, tierra, maleza, óxido, etc. resaltando así las cualidades rústicas de los espacios mientras se busca captar una seña matérica o cromática que se convierta en esencia y en un elemento con el cual referenciar un sitio que es nulo para el transeúnte e incluso olvidado para sus propios dueños.
La muestra está pensada para que la instalación fotográfica y pictórica incentive un interés casi lúdico en donde el espectador puede crear conexiones espaciales a modo de cadáver exquisito a partir de las relaciones entre la figuras, los patrones, el color y el descarte.